20 Ago El pan en la dieta mediterránea
El trigo, la vid y el aceite de oliva son los productos clave más representativos de la dieta mediterránea. En este sentido, gracias a su elaboración con trigo, el pan conforma uno de los ingredientes más importantes de esta dieta mediterránea que se acompaña con un montón de productos de la tierra, creando una variedad de platos característicos de esta zona.
De esta forma, nos encontramos con platos como por ejemplo el Pan Tumaca, que consiste en frotar un tomate que esté crudo y maduro sobre una rebanada de pan, independientemente de que esté tostado o no y se aliña al gusto del consumidor con sal y aceite de oliva. Dependiendo de la zona en donde nos encontremos y sus costumbres, también se han creado algunas modificaciones del mismo en donde se añade una locha de jamón serrano por encima del tomate o se restriega también ajo para conseguir un sabor algo más picante.
El pan con aceite de oliva también es bastante tradicional en el desayuno, consiguiendo un alimento que nos aporta la energía necesaria para todo el día y es que esa es una de las particularidades de la dieta mediterránea que gracias a estos alimentos, tenemos todos los nutrientes necesarios para llevar una alimentación sana y equilibrada que además, nos permite adelgazar.
También es posible disfrutar de rebanadas de pan con queso, acompañadas de un chorro de aceite de oliva o utilizar el pan a modo de bocadillo con lomo y con pavo. En definitiva, toda una cultura que gira en torno al pan y a los cereales, logrando una dieta equilibrada y muy pobre en grasas, ideal para el verano ya que se trata en su mayoría de productos frescos y ligeros que son bastante agradables de disfrutar con la llegada del buen tiempo.