23 Mar Cheesecake
La tarta Cheesecake es una de las más famosas del mundo, reconocible tanto por su nombre, como por su sabor. A pesar de que se la suele acompañar con el nombre de New York Cheesecake y que se la asocia tradicionalmente a la repostería americana, sus orígenes son europeos, concretamente en Grecia.
Esta tarta Cheesecake es en esencia un pastel de queso y en su día, estos pasteles de queso eran una importante fuente de energía para los atletas de los primeros juegos olímpicos. En el año 230 después de Cristo, la autoría de la primera receta de esta tarta de queso fue para Ateneo, convirtiéndose en la primera tarta de queso de la historia.
La extensión de la tarta de queso
Con la expansión del Imperio Romano, la tarta de queso se fue expandiendo por toda Europa y cada país la fue adaptando a sus gustos, modificando la receta en rigor a sus tradiciones gastronómicas.
Fue en el año 1872 cuando la receta llegó a Nueva York, extendida por un pequeño comerciante y comprada años más adelante por la compañía de queso Kraft. Desde entonces, de la misma forma que sucedió en su expansión por Europa, cada cafetería en los Estados Unidos tenía su propia versión de esta Cheesecake, convirtiéndolas en un icono de la repostería del país
A día de hoy, es de lo más habitual poder disfrutar de una Cheesecake casera americana en cualquier celebración, ya sea un cumpleaños o una cena de aniversario. Este tradicional postre americano, a pesar de que cuenta con unos orígenes que son bastante lejanos, ha sido aceptado hasta tal punto en el país que se ha convertido en uno de los postres más icónicos en donde hasta recibe el nombre de una de las capitales más importantes del país, New York.