19 Jul El origen del ajoblanco
El origen del ajoblanco, una deliciosa receta de verano ¡y contiene pan!
¿Conocías esta fresca receta muy no tan conocida como sus hermanos el gazpacho y el salmorejo pero que no tiene nada que envidiarles? ¡Hoy te lo contamos todo!
Empezaremos contándote que es una sopa fría muy popular en Andalucía y Extremadura, cuya elaboración es muy sencilla y cuyos ingredientes son ajo, pan, almendras y uvas ¡una delicia!
El momento en el que nació no es seguro ya que es una receta que lleva cientos de años entre nosotros y que ha evolucionado con el tiempo, pero se cree que su origen se sitúa durante la ocupación musulmana en la península. En el año 1600 a.C. se descubrió en un recetario mesopotámico una receta que puso ser la precursora del actual ajoblanco, cuyos ingredientes eran la harina, el vinagre y la sal.
Durante la ocupación romana encontramos varias recetas que juntan el pan con las almendras, sin embargo, estas últimas eran un alimento solo disponible para los más adinerados, por lo que las sopas frías que consumían los campesinos contenían solo los ajos con el pan machacado, acompañados de grasa animal, sal y hierbas aromáticas.
Fue durante la ocupación musulmana que los árabes introdujeron la almendra en la cocina popular hispana, y de esta manera la receta evolucionó hasta la que conocemos ahora.
La receta se extendió principalmente por aquellas regiones en las que la plantación de almendros era mayor, es por esto que hay zonas como Málaga o Badajoz, en las que la receta es muy popular, incluso en Almáchar, un pueblo de Málaga, hay un día dedicado al ajoblanco.
Así que como habéis podido comprobar, aunque sea menos conocido, el ajoblanco es anterior al gazpacho y al salmorejo, e incluso es su percusor, ya que estas dos últimas recetas nacieron a raíz de este cuando se introdujeron nuevas hortalizas en España.
Y tú, ¿lo conocías?