El origen del pan de molde

El origen del pan de molde

El pan de molde nos encanta para hacernos sándwiches o tostadas. Blanco, integral o de semillas, muchos de nosotros lo comemos a diario ¿pero conoces su historia? ¡Te la contamos!

A finales del siglo XIX en Estados Unidos, en casi todos los hogares se cocinaba el pan y no era tan habitual comprarlo. Un joyero llamado Otto Frederick Rohwedder observó cómo surgía la necesidad de cortar el pan de una manera sencilla, sin tener que desperdiciarlo cuando se quedaba duro. Es por esto que comenzó a idear un proyecto por el cual vendió su negocio de joyas. Invirtió el dinero obtenido en la invención de una máquina cuya función sería cortar el pan en rebanadas.

El proceso fue arduo, ya que debido a un incendio perdió todos los planos prototipo de la máquina de cortar pan, lo que alargó el proceso. Una vez consiguió crear su prototipo intentó que los productores de pan le comprasen el invento, pero estos no se fiaban, pensaban que el pan no quedaría bien tras pasar por la máquina y que la gente no lo compraría. Finalmente fue en 1928 cuando la Chillicothe Baking Company le compró la máquina y la introdujo en su panadería. En poco tiempo la panadería aumentó sus ventas de una forma espectacular, y pronto la popularidad del pan en rebanadas se extendió como la pólvora.

Otto podía patentar su máquina, pero no podía hacer lo mismo con el pan cortado, por lo tanto, no fue mucho el tiempo que tardaron otras empresas en copiar su idea. Pronto otros fabricantes no sólo comercializaban el pan de molde, si no que ya contaban con sus propias máquinas.

En cuanto a Otto, pudo vender los derechos de su máquina a una compañía de Iowa, a la cual se unió y de la cual fue vicepresidente.

Actualmente el pan a rebanadas como lo conocemos, está extendido mundialmente y su nombre varía en función del país en el que nos encontremos. Desde pan de molde en España a pan sándwich en Guatemala, pan de caja en México o pan tajado en Colombia.

Nosotros por supuesto ofrecemos uno en nuestro catálogo ¡que está delicioso!